Una frase impensable sobre el regalo que Francia habría hecho a Estados Unidos hace 140 años.
«¡Oye, Estados Unidos, devuelve la Estatua de la Libertad!» la polémica frase viene del político francés y Euro Diputado de izquierda Raphaël Glucksmann.
Glucksmann ha generado controversia, y todo tipo de comentarios y hasta graciosos «Memes» al solicitar que Estados Unidos devuelva la Estatua de la Libertad a Francia, argumentando que el país norteamericano ya no es digno de este símbolo de libertad y democracia.
La Casa Blanca rechazó de inmediato la petición, resaltando el papel de Estados Unidos en la liberación de Francia durante las guerras mundiales. Karoline Leavitt, secretaria de prensa, respondió con una polémica declaración: «De no haber sido por la intervención americana, los franceses hoy hablarían alemán». Sus palabras, lejos de apaciguar el debate, faltaron el respeto a los descendientes de millones de franceses que sufrieron las atrocidades de las guerras.
El gesto del eurodiputado Raphaël Glucksmann y la respuesta de la secretaria de prensa estadounidense son desconsiderados y nada diplomáticos.
En lugar de fomentar la unidad, avivan tensiones innecesarias. La mayoría prefiere recordar la solidaridad que surgió tras la Primera y Segunda Guerra Mundial, dejando atrás las atrocidades de aquellas épocas.»
¿Y cómo llegó la Estatua de la Libertad a Estados Unidos?
La Estatua de la Libertad, inaugurada en 1886, fue un obsequio de Francia a Estados Unidos para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia y simbolizar la amistad entre ambas naciones. Según la UNESCO, el monumento es propiedad del gobierno estadounidense y está catalogado como Patrimonio Mundial.
La propuesta de Glucksmann refleja la preocupación de ciertos sectores europeos respecto a las políticas actuales de Estados Unidos.
El gobierno francés, liderado por el presidente Emmanuel Macron, no ha respaldado esta solicitud, optando por mantener relaciones diplomáticas estables a pesar de las diferencias políticas.
Este incidente pone de manifiesto las tensiones existentes en la política internacional y la importancia de los símbolos compartidos en las relaciones entre naciones.
Los diputados de la izquierda francesa, están impactados con las férreas medidas hacia los inmigrantes que está tomando el Gobierno del presidente Donald Trump.
Sobre todo por el hecho de enviar a los indocumentados a terceros países, con los cuales muchas de estas personas no tienen nada que ver.
Sin embargo los diputados de derecha y ultra-derecha francesa, han apoyado no solo esta medida y desearían implementarla en Francia, pero también han apoyado de manera contundente a la Primer Ministro italiana Giorgia Meloni, quien ha visto anulada la orden de deportación de indocumentados hacia Albania, por la justicia Italiana.
Mientras tanto aquí en Francia esperamos con los brazos abiertos a la hermosa Estatua de la Libertad! lo cual seguramente será tarea imposible, primero porque el gesto sería una absoluta torpeza, y luego porque la estructura es un edificio prácticamente imposible de desmontar, los que hemos visitado la Estatua de la Libertad lo sabemos.
Esperemos por el bien de ambos países, y del mundo democrático que este impasse sea superado.
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